¡Oh, no, no! ¡Por favor, quédate! [Abre los brazos, en un gesto efusivo.]
Ya que posees un conocimiento tan vasto y variado del tema, me encantaría oírte. Estoy seguro que serás un gran aporte para la clase, y podrás enseñarnos una cosa o dos... [Se sienta sobre uno de los pupitres, reclinándose contra el asiento y cruzándose de piernas.]
Así que, ¿por qué no nos cuentas todo al respecto?