[Pero sigue ahí, con el rostro cubierto, sintiendo una oleada de... angustia al pensar que le esperan meses, incluso años, si su última estadía es referencia, de esta incertidumbre. De esperar que Oruha o Suu regresen, y querer decirse que no sucederá, sabiendo todo el tiempo que sí hay una probabilidad de que pase. Cuando fueron un par de semanas en su visita, era horrible, pero tolerable-- mayormente porque sí pudo ver a Suu. Pero esto es como una tortura, casi peor, y recién está comenzando.
Y luego no puede evitar pensar que... esto fue justamente lo que le tocó vivir a Oruha, y luego a Suu. El estar siempre esperando aquí, a que él llegara, y que finalmente pudo hacerlo gracias a un deseo de Suu. Pero ahora ni siquiera tiene a Suu, y la oleada de soledad que eso le provoca--]
[Trata de. controlar su respiración, y traga con cierta dificultad, sin responder.]