:'|
[Ay. Lleva su otra mano a tu pecho para acariciar ahí también, cuidando de no tocar la parte dañada justamente.]
Se sintió así para mí también. Por eso lo odié. Tenía miedo de hacerte daño. [Acaricia despacito tu rostro, hablando más suave.] Pero me recuperaste, mon cher. Estoy aquí.