[Lo peor es que nota perfectamente la intención de las sirenas por atraerte con la insistencia con la que están cantando. Y esa melodía le resuena en la cabeza también, pero no de una manera muy agradable como tal vez tú las escuchas.
Aprieta un poco los labios en una mueca, llevándose una mano a la cabeza.] ¡Oi, no las escuches!