[Por una vez, prefiere responder con sus acciones más que con sus palabras. Hace justo lo que le pides, mordiendo en esa enorme cicatriz. Mientras tanto, una de sus manos sigue tocando por las demás, aunque esta vez hace que sus uñas rasguen apenas tu piel. Si le pides que lo muerdas, se imagina que esto no está muy lejos de tus preferencias tampoco.]