[Sonríe un poco, relamiéndose la sangre de los labios.]
Por supuesto que podemos hacer que lo sea, si lo deseamos. [Placentero, es decir.] Pero en tu caso creo que no tuve que hacer demasiado esfuerzo. Aunque, suficiente por hoy. Una gota más y voy a desmayarte, mon ami.
[Lo siguiente que hace es llevar su mano a su boca para pinchar un par de dedos con sus colmillos, y llevar su sangre a las heridas punzantes en tu pecho para que se curen.]