[Claramente omitió la parte más importante de que es pintor por pasatiempo, sí.
Decide levantarse de su asiento para hacer más ínfima la distancia contigo, siempre manteniéndote en todo momento la mirada para que sepas que no está diciendo ningún disparate.] Soy pintor. Y me dedico a retratar los deseos más oscuros de mis modelos. [Te busca una mano y la guía para que se la pongas sobre alguna cicatriz del torso, con toda la implicancia que eso conlleva.]
¿Tu ira se aplacará si la dejas caer contra alguien más? ¿O prefieres solamente abrazar el recuerdo de Oruha? [...] Dime, ¿Qué es lo que quieres, Kazuhiko?