[Por aquí hay un vampiro que está sumamente intrigado con todo esto... los mortales son tan extraños. Y seguramente después de unos diez minutos lo hubiera encontrado todo insoportablemente aburrido, si no fuera porque frente a él apareció una mini pila de documentos de constancia de concubinato, con su nombre escrito en todos, y espacios por rellenar con los nombres de... otras personas. Quién quiera ofrecerse de voluntarix, honestamente.]
... ¿Oh? [Va a parecer mucho menos divertido y encantado con el certificado de adopción que también va a aparecerle, con un nombre que por más que intente no consigue descifrar.]