[En su caso, la ausencia de poderes casi cuenta como un regalo de cumpleaños que la Gerencia podría estarle haciendo, en cierta forma. Sobre todo cuando implica que no va a tener un zumbido horrible en su cabeza, ni sentirse pésimo en general, ni estar un día más cerca de morir una muerte terrible y dolorosa... de nuevo.
Eso no quita que cuando despierte sin ser capaz de percibir los impulsos nerviosos a su alrededor no va a ser... raro, incluso incómodo. O que eventualmente se dará cuenta que eso implica también quedar completamente desprotegido ante sus enemigos o potenciales amenazas, y que cuando sí tenga que salir lo hará con al menos dos cuchillas y un arma escondidas entre la ropa... Pero tal vez la gente esté más concentrada en notar lo menos enfermo que se ve hoy, casi saludable, y no note lo demás.]