[Lleva sus manos a tus muñecas, sin llegar realmente a detenerte, pero ligeramente alarmado con lo perturbado que pareces. Pero eso que dices le trae el flash de un recuerdo, una iglesia que se quema, promesas frente a un altar... ¿Y acaso no huele aún a humo su ropa?]
... Tenías que decirlo así. [Dèja-vú. ¿No dijo lo mismo antes?]