[Los días lluviosos suele quedarse en el local, porque la lluvia puede llegar a arruinar su ropa y eso es algo que nunca se va a permitir. Esta vez terminó dando una mano con ordenar algunas cosas de la noche anterior (algo que ocurre muy pocas veces pero que es un testamento de su aburrimiento).
Estaba poniendo algunas copas en su lugar cuando ocurre. Una sensación, de pronto, de tener otra cosa en las manos. Algo de madera, algo con cuerdas. Parpadea y parece ver otros paisajes, otros que está seguro de no haber visto en su vida.
Lo distrae lo suficiente como para soltar la copa, que se quiebra.]