[Eso sí lo toma más por sorpresa, porque lo anterior podría haberse explicado de alguna forma, pero que tengas suficiente fuerza y consciencia como para darle un puñetazo tras haber sido degollado es... algo diferente.
Aprovecha ese impulso para retroceder, sin soltar el bisturí, aterrizando en cuchillas un par de metros más allá. Y va a poder notar cómo la sangre ha dejado de brotar de tu cuello y tu abdomen cuando muy convenientemente se encienda otra luz cerca de ellos.