[Te sostiene firme contra él, y por un momento considera ahorrarte parte del dolor. Pero no, eso es justamente lo que quieres, así que continúa enterrando el cuchillo, lento pero seguro, fantaseando un momento con atravesarte, herirse a sí mismo con la misma hoja.
En vez de eso, gira el rostro para besar bajo tu oreja una vez, murmurar ahí.]