[Te mira de nuevo, y un chispazo de furia cruza su rostro-- le molesta muchÃsimo que lo trates con esa condescendencia. No es un fucking sidekick, a la siga tuya.
Se da cuenta que tiene sus manos libres ahora, y las lleva a tu rostro, sujetándolo algo brutamente, con los dedos crispados.]
-- No me subestimes, mierda. Te odio cuando lo haces.