[En la mañana, cuando aún no se ha largado a llover furiosamente, tal vez vean dando vueltas por ahí a este tipo joven, que si bien no está precisamente desabrigado, tampoco estaba preparado para una lluvia. Cosa que tendría más ocupada su atención, si no fuera porque ahora mismo su mayor preocupación es que no tiene idea de dónde está o como llegó aquí. Sólo sabe que definitivamente no es el aeropuerto, ni mucho menos Lockland.
Y tal vez algunos de ustedes lo reconozcan (el pelo rubio, la altura y la ropa negra se mantienen iguales, al menos), aunque la falta de ojeras, expresión amargada y apariencia de medio muerto seguramente lo hagan un poco difícil.]