[Esa es una excelente y tERRIBLE PREGUNTA y por qué lo obligas a pensar estas cosas, no, basta, no quiere seguir jugando.]
No. [Pausa.] Sí. [Otra pausa.] Tal vez. Es-- Tal vez esto no es la guerra, pero no es tan diferente. Monstruos una semana, monos danzarines la siguiente, y cualquier momento podría ser el último. [Se pasa una mano por el pelo, agitado.]
Dios, diría que la guerra era más fácil. Tenía un propósito claro, y si me mataban, listo me mataban. Y si regresaba a casa, tenía una idea de lo que encontraría. Sólo-- nunca pensaba en eso. En el regreso. En el después. [Su voz suena ronca.] ¿Por qué perdería el tiempo en eso cuando ni siquiera sabía si iba a estar vivo al día siguiente? Vi a tipos hacer eso, pensar en sus planes, en sus vidas luego de la guerra, que estaban en el suelo con una bala en la cabeza en menos de una semana.