No, yo te adiverto a ti que soy una defensora de la ley. [Saca su insignia de enforcer y te la muestra.] Y que tu pequeño juego fraudulento no va a funcionar conmigo, ni que yo vaya a tolerar.
Y que como no firmé nada, ni lo que me dijiste tampoco cuenta como una visita guiada que fue por lo que dijiste que cobrabas, no tengo ninguna deuda contigo.