[Le da una calada a su cigarro y cierra los ojos un momento, complacida, echándose contra el respaldo con gesto lánguido.]
Oh, eso es mucho mejor. [Vuelve a abrirlos y te mira.] Lo siento, ¿decías...? ¡Sí, cierto! Como dije, detestaría ser una molestia, especialmente ahora que pareciera que por fin tienen algo de tiempo para, ya sabes, tomar el té y conversar, como la gente normal. [Entre otras cosas, supone, pero no es su punto.]
Estaré Kim, en serio. Le haré a esa dama pirata una contraoferta de noche de chismes de la Brillante Gente Joven que no podrá rechazar, estoy segura, y todas felices.