¡Oh, no, querido, no querría ser una molestia! Te prometo que puedo encontrar un lugar para mí-- esa atrevida mujer de la barra me había invitado a pasar la noche en su barco. ¡Tiene un barco, puedes creerlo! Y mágico, parece ser. Todavía no me acostumbro a la idea, pero creo que podría comenzar a hacerlo... ¿Pudiste encontrarme ese cigarro?