Baja la voz, ¿quieres? [Aunque no parece muy preocupado ni molesto cuando dices eso, reclinándose más hacia ti.]
Pero, sí, no lo olvides. Podría experimentar más contigo si quisiera, Johann, y en formas que te aseguro disfrutarías mucho menos. [Que lanzarte por un barranco, es decir.] Así que no pruebes mi paciencia.