¡Un idol! Me temo que nunca había escuchado sobre eso. [Y vuelve a reírse con lo segundo, porque oh you coqueto.]
¡Momo, qué magnífico nombre! Yo soy Phoebe Stephens-Prince [te ofrece una mano delicadamente, como para que se la beses, aunque en realidad es su manera de dar la mano], pero puedes llamarme simplemente Phoebe. Creo que ya hemos pasado la edad anticuada de tratarnos sólo con formalidades, ¿no te parece?