[Mientras para algunos esto puede ser el paraíso, para este tipo que es sumamente escrupuloso, es la cosa... más desagradable que puede haber. Todo pegajoso, y sucio, y ni siquiera las cosas que sí le gustan las querría comer porque están todas manoseadas y allí, en la calle.
No ayuda que esté a unos días de morir de nuevo, ni que su zapato acaba de quedar pegado en un trozo de caramelo gigante.]
[O sea, una víctima perfecta para una guerra de comida. Si aman la muerte y morir.]