[Sus manos sostienen con más firmeza de tu ropa y sin ningún esfuerzo te va a aventar de la azotea. Da igual la caída, siempre te las ingenias de algún modo para no terminar muriéndote y confía en que esta vez tampoco será diferente.
Los vampiros no parecen buscarte a ti, pero si puedes usar el libro una vez más al menos puedes asegurarte una vía de escape entre esa horda que sube por la construcción desesperadamente para dar con su objetivo. Está asustada, pero al menos está lista para enfrentar... lo que se supone que tenga que pasarle.]