[Suelta una palabrota muy poco femenina por lo bajo.]
Por qué siempre tiene que ser un problema contigo. [Pero se mueve frente a ti, estirando una mano hacia ti, la otra hacia un árbol cercano, mientras murmura unas palabras extrañas. El árbol comienza a secarse, y de pronto a tu alrededor brilla una luz extraña por unos segundos.]