[Vuelve a abrir los ojos para verte, con una intensidad un poco terrible. Tiene unas ganas abrumadoras de decirte que te odia y te ama en partes iguales, casi con el mismo fervor, y no sabe cómo hacerlo, o qué hacer con eso. Si debería besarte, o torturarte, o a ambos a la vez. Tal vez incluso entonces no sería suficiente.]
[Así que no responde, y simplemente se queda donde está, tratando de lidiar consigo mismo y recuperar un poco el control.]