[Eres desesperante. Vuelve a girarse hacia ti, mirándote horrible, irritado.]
Tengo una condenada E gigante sobre mi corazón, que tú mismo pusiste ahí, por cierto. Acabo de decirte que buscaría cualquier forma para evitar que me sacaras de tu vida. ¿Te parece que esa son la clase de cosas que los amigos hacen o se dicen frecuentemente?