... Mira, sé que te he llamado muchas cosas, sobre todo en un principio [:'|], pero nunca volvería a llamarte cobarde. He visto las cosas que has hecho, Kim, incluido el meterte a la casa del lobo para rescatarme, y ningún cobarde o debilucho sería capaz de hacerlas. [Se encoge de hombros.]
Sólo estás herido. Pero, está bien, ¿quién no vuelve herido de la guerra? Cada uno tiene la suya.