[Eres tonto, y también le gustas mucho. Te abraza, llevando una mano a tu nuca para acariciar tu pelo, en parte para reconfortarte, en parte porque simplemente le gusta tu pelo fino y suavecito.
Y no se le ha pasado que aún no le dices cómo estás, pero tampoco quiere seguir insistiendo si no quieres decirle. Así que se queda callado un rato, esperando reconfortarte un poco, y dándote tiempo para hablar cuando lo necesites, si es que sí quieres hacerlo.]