[Sí... eso lo hace adelantarse un paso, con ojos brillantes, pero aún no hace conocida su presencia. Prácticamente puede sentir ese torbellino de emociones, casi como fuera suyo, y tiene que hacer un esfuerzo muy grande para no terminar de ir hacia ti.]
[El Hannibal del sueño, por otro lado, sonríe con dientes ensangrentados.]
Sí. Pero, dime, Will, ¿la verdad sería suficiente para que tus deseos desaparecieran?