[Tal vez los alrededores no sean tan familiares, cuando resultan materializarse en el salón del trono de un castillo. Un salón en el que parece estar sucediendo algo importante, porque un hombre con una corona es sujetado de rodillas frente a una mujer, que le quita dicha corona.
El hombre de rodillas grita que esto está fuera de la ley, que la mujer no tiene derecho a la corona... y entonces aparece ella.]
[Lo que es gracioso, porque esta misma mujer está a un lado del salón, observando todo con aspecto pálido, pero expresión endurecida.]