[Deja que lo detengas, aunque se voltea a verte indignado.]
¡Claro que lo es! Mira-- no voy a dejarte aquí, ¿está bien? Así que, o dejan que te vayas conmigo, o... O me dejan quedarme aquí también. Y si lo hacen, juro por la tumba de mi madre que me voy a asegurar de hacerles la vida imposible hasta que se arrepientan de haberlo hecho.