[El sonido de tu voz es suficiente para hacerlo despertar, realmente. Abre los ojos y se queda viéndote en silencio, algo sorprendido, tomándole un momento recordar por qué estás ahí y... todo lo que pasó el día anterior.]
[...] Hey, mate. [Su voz suena cautelosa. ¿Qué David eres?]