Tú, pequeña mierda. ¡Estás traspasando propiedad privada, para empezar! Es un negocio, del cual tú no formas parte, lo que ya se te dijo una vez, por si tu pequeño cerebro de pez no es capaz de recordar ese detalle.
Y nadie te pidió que hicieras nada. Pero, por supuesto, si voy ahora a tu casa y decido quemarla desde los cimientos para hacerle una mejora, supongo que bajo tu lógica deberías agradecerme, ¿no?