[Sigue mirándote como si no pudiera terminar de creer que estás ahí, como si fuera doloroso verte. Pero ahora sí termina acercándose, vacilante, extendiendo una mano temblorosa a tu pecho, para poder tocarlo y sentirte.]
... No lo sé. No-- no entiendo cómo estás aquí. Yo no-- [No hizo nada esta vez... ¿o sí? Ahora tiene más control. Se habría dado cuenta...]