todo el día || todos lados
[Todo tiene su fin, y esta selva poco higiénica y conveniente también, para el alivio de muchos y muchas en el lugar. ¡Regresamos! Las plantas retroceden, el bosque vuelve a estar delineado, los edificios del pueblo reaparecen, y la Tierra de Nada resurge de sus cenizas, o en este caso de su potus incómodo, para recibirlos a todos de mejor forma...
... Bueno, casi. Digamos que tanto verde y plantita han dejado algunos estragos, y si bien recuperarán sus casitas y sus cosas, muchos de los edificios estarán como mínimo llenos de hojas y tierra, en algunos casos más miserables aún repletos de lianas y ramas molestas. Algo doblemente incómodo si de pronto tenemos tantos más visitantes, y el espacio es ahora algo más preciado y necesario.
¡A no desesperar! Porque además de ahora contar nuevamente con sus poderes para quienes los perdieron, hay varias bolsas grandes, rastrillos, escobas y alguna que otra cosa por ahí para que todos colaboren y dejen las casas en condiciones. ¿Qué mejor forma de reconectar con su bff perdido o ese pariente que había muerto que dedicarle una tarde juntos a barrer hojitas? No respondan, no respondan, sabemos que no hay nada.
Los visitantes seguirán llegando por aquí y por allá, así que podrán tener la gran bienvenida de tener que ponerse a colaborar como todos en el mantenimiento. Si no se les da la gana ayudar, siempre habrá algunas carpas por ahí en las afueras de la ciudad, para que tengan dónde quedarse si no logran dejar una de la casas en condiciones.
Y sí, podría arreglarse todo en un minuto con magia. Pero eso es mucho menos divertido.]