La muerte de alguien importante para ti siempre genera ese sentimiento abrumador, sentir que no hiciste lo suficiente, si hubieras sido más fuerte, si hubieras podido cambiar algo imposible para salvarlos. Incluso si haya sido por una enfermedad, algo completamente fuera de tus manos, se siente injusto. [Y su padre se derrumbó por la muerte de su madre, y él no lo juzga por ello.] Sin embargo tampoco puedes menospreciar tu propia vida que aquella persona consideró demasiado preciada para protegerla a toda costa. A veces hay que tomar decisión difíciles y al no poder estar ahí al final para lidiar con las consecuencias, supongo que es lo único egoísta que pedimos.