[Tu descontrol es algo que claramente también lo provoca a él, peligrosamente. Al sentirte así de pronto vuelve a ser consciente de dónde están, de lo que están haciendo, de que no quiere que esto se convierta en un revolcón cualquiera.]
[Requiere más fuerza de voluntad de lo que hubiera esperado, pero termina rompiendo el beso, aunque no se separa demasiado, ladeando el rostro para apoyar su mejilla contra la tuya, respirando agitado ahí.]