Ella se queda un momento más dónde está hasta que puede ponerse en pie sin tambalearse para ir un poco más dentro de la cueva, cerca de una pared, acostándose a un lado y girándose hacia ella, un brazo debajo de la cabeza, los ojos cerrados, contando su respiración para tratar, al menos, de meditar.
Y si siguen saliendo lágrimas, al menos no puedes verlas]