[La escena cambia, y ahora son las duchas de la piscina, y en medio de ellas Hannibal está de pie sobre un balde, con una soga atada al cuello. Sus brazos han sido atados a un palo que cruza su espalda, obligándolo a mantenerse en posición de cruz, y sus venas han sido abiertas, la sangre corriendo por sus brazos y su torso desnudo, cayendo sobre el piso de azulejos.
Matthew Brown está ahí, con una pistola en la mano, provocándolo, hablando sobre Judas y traiciones, sobre lo simple que sería terminar con su sufrimiento si patea el balde en el que está de pie. Hannibal le advierte que Will Graham no es quien piensas. No es un asesino. Y Matthew responde que lo es ahora, por proximidad.
El Hannibal del recuerdo parece sorprendido, dentro de lo que puede expresar en su estado.]
[El Hannibal del presente mira la escena, imperturbable.]