[... Heh. Eso fue fácil. Te mira un momento, reprimiendo una sonrisa, y luego se inclina más cerca, casi susurrando en tu oído.]
Ven a mi pecho, alma sorda y cruel, Tigre adorado, monstruo de aire indolente; Quiero enterrar mis temblorosos dedos En la espesura de tu abundosa crin...