Hay perfumes frescos como carnes de niños, Suaves cual los oboes, verdes como las praderas, Y otros, corrompidos, ricos y triunfantes,
Que tienen la expansión de cosas infinitas, Como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso, Que cantan los transportes del espíritu y de los sentidos.
[Y aprovechando que estás distraído con eso... va a cambiarlos para guiar de nuevo. :>]