[Entra por la puerta viéndose serio y tenso, con un gesto inexpresivo pero la mirada sombría. Y cuando escucha el maullido y se detiene, viéndote, permanece así un par de segundos más, antes de que eso sea demasiado y su expresión se desarme un poco, desplomándose sobre alguna silla que no haya lanzado por ahí y llevándose una mano a la cara.]