[Pero ahora es él quien te está mirando atentamente, como si estuvieras drogado, y por eso mismo es que esta vez nota algo extraño cuando hablas. Abre fugazmente los ojos, sorprendido, pero su expresión vuelve pronto a la normalidad, como si nada hubiera sucedido. Tus dientes...]
... Sí, estoy relajado. Pero ya es momento de dejar de decir tonterías y levantarse. [Y diciendo eso se separa para poder sentarse en su lado de la cama.]