[El problema es que cuando empieza a usar sus poderes, como aún no sabe manejarlos tan bien... a veces pierde un poco el control. Sus ojos se ponen blancos, ahora, y comienza a ascender, mientras se arremolinan nubes de tormenta en el cielo.]
¿Niña? [Se ríe una vez, con esa voz profunda.] Nos llamas "niña", ángel, pero no soy ninguna niña. ¡Soy la espada del Señor Oscuro, el heraldo de Lucifer Morningstar, y te ofrezco una última oportunidad para llamarnos por nuestro nombre! ¡Aprenderás a respetarnos!