[Pero ahora tienes toda la presencia de uno, incluso le recuerdas al que estaba con él en la party de su mundo.]
Así es. [Mueve sus orejas y de una de ellas sigue colgando el mismo zarcillo que tiene siendo humano. No está del todo calmado, pero saber quién eres hace que se tranquilice un poco más.] Yo soy Leon y, no sé si lo recuerdes, pero Chal es mi espada. La que puede hablar, aunque sólo pocos pueden escucharlo.