Vamos, Chal. [En su mano libre empuñará una daga, además de su espada en la otra, y se irá contra la serpiente marina. En un movimiento veloz se coloca a la altura de su cabeza y se mueve haciendo un corte en forma de luna creciente.
Aterriza de nuevo en el agua y, aunque cree que eso debería haber sido suficiente, se mantiene atento.]