[La tentación de ignorar a quién sea que está en su puerta es enorme y su sentido de responsabilidad aún más. Refunfuñando se pone una de las túnicas exteriores por encima de las que normalmente utiliza para dormir pero no se molesta con arreglar su cabello suelto, abriendo la puerta de golpe.] ¡Estarás todo el día ahí parad--!