[Sí... Eso le hace sentir una calidez en el pecho, y si tú pudieras verlo a él, notarías que su expresión es... casi suave, también, y que no puede reprimir del todo una sonrisita. Eres un idiota.]
[Piensa, el idiota que lleva su mano a tu cuello, tu quijada, rozando tu piel con la punta de sus dedos.]