[Te mira con oDIO, considerando seriamente simplemente irse y... ¿qué? ¿Ir a cabecear a su búnker y frustrarse porque no consigue avanzar en nada? ¿Irse a su casa y a su propia cama, a pensar todo el tiempo que en cambio podría estar contigo?]
[...]
[Aparta la vista.] Púdrete, Ever. [Pero sí empieza a moverse para quitarse el abrigo. Ni una palabra.]