[Se queda callado un momento, pensando que hace unos meses era la forma de perder el control que menos le gustaba. Y ahora parece tan... mundano, comparado con cómo está perdiendo el control últimamente.]
[...] No me gusta, no. Tampoco te gustaría, si estuvieras en mi lugar. Pero supongo que esa es la ventaja de una habilidad reflexiva como la tuya.